Por: Luis Gerardo Ramírez Villela
El gobierno corporativo es fundamental en todas las sociedades a nivel mundial para la correcta operación comercial e implica equilibrar los intereses de las partes interesadas de cada sociedad y, además, comprende los estándares utilizados por todas las sociedades para buscar la integridad y la responsabilidad en las operaciones comerciales.
Tener un marco interno de gobierno corporativo requiere que cada empleado comprenda la importancia de salvaguardar los datos sensibles y la información confidencial, así como llevar a cabo las actividades comerciales en forma ordenada y organizada dentro de cualquier organización.
Siguiendo las mejores prácticas en gobierno corporativo, cualquier sociedad podrá mantener procesos de control interno efectivos y evitar prácticas de corrupción e incumplimiento de leyes y regulaciones internas y externas aplicables.
En México además de las disposiciones específicas de los estatutos sociales, la Ley General de Sociedades Mercantiles contiene los principales principios de gobierno corporativo.
Asimismo, otras leyes aplicables relacionadas con la anticorrupción que se aplicarían incluirían, entre otras, la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, la Ley General de Responsabilidades Administrativas y algunas otras leyes específicas relacionadas con el sector industrial específico de cada sociedad.
Considerando que el gobierno corporativo involucra a distintas partes interesadas, tales como empleados, gerentes, accionistas e inversionistas, se requerirá que todos ellos asuman roles activos en el conocimiento de las regulaciones internas y externas aplicables a la naturaleza de las actividades comerciales de cada sociedad y, por lo tanto, es necesario implementar mecanismos específicos de supervisión interna para rastrear y denunciar actividades irregulares.
Algunas soluciones típicas consistirían en (i) realizar procesos de auditoría de manera periódica, de forma interna y externa, para identificar cómo están trabajando las áreas en conjunto e identificar cualquier riesgo potencial que pueda tener un impacto en las operaciones comerciales, (ii) crear líneas de comunicación claras para las partes interesadas comuniquen cualquier inquietud de naturaleza contable, legal u operativa y garantizar que los oficiales de cumplimiento designados para tales fines por el consejo de administración aborden dichos problemas antes de que se conviertan en problemas más significativos, y (iii) implementar evaluaciones y cuestionarios para verificar el conocimiento de las regulaciones internas y externas.
Lo anterior, sin perjuicio de llevar a cabo la implementación de códigos de conducta y ética, mecanismos de compensaciones y de gestión de riesgos, así como otras normas internas estratégicas, tales como ambientales, de comercio exterior, etc.
También podría ser recomendable crear talleres específicos con asesores externos sobre cada tema específico para ser impartidos periódicamente a sus grupos de interés. Con todas estas medidas implementadas, cada sociedad podría prevenir actos de fraude y corrupción que podrían afectar sus operaciones comerciales.
Cabe señalar que contar con un buen gobierno corporativo resultará en una operación empresarial exitosa con reglas y controles transparentes que llevarán a sus grupos de interés y a la propia sociedad al liderazgo y reconocimiento dentro de su sector industrial.