Primera Parte
Por: Leslie Ortiz Martínez
La Organización Internacional de Normalización, ISO por sus siglas en inglés, se compone de diversas organizaciones nacionales de normalización y se encarga de la creación de diversos estándares internacionales que pueden tener como objetivo asegurar la calidad y seguridad de productos y servicios, simplificar y optimizar procesos, entre muchos otros. El ámbito del Compliance no es la excepción, y entre las normas internacionales más importantes sobre cumplimiento se encuentran la ISO37301 “Sistemas de Gestión de Cumplimiento” publicada en 2021 que anula y sustituye a la ISO19600-2014, la ISO 73001:2016 “Sistemas de Gestión Anti-corrupción”, así como la ISO73000:2021 como una “Guía para la Buena Gobernanza de las Organizaciones”, mismas que se pueden utilizar como guías de referencia internacional para desarrollar un adecuado programa de cumplimiento normativo empresarial.
La ISO37301:2021 es la actualización de la primer Norma Internacional sobre cumplimiento y uno de sus principales cambios es que esta nueva versión cuenta con ciertos requisitos y orientación adicional basada en los mismos y es certificable. Entre sus objetivos está el ayudar a las empresas a desarrollar y difundir una cultura positiva de compliance, que define como “el conjunto de valores, éticas, conductas y creencias que existen en una organización y que interactúan con las estructuras y sistemas de control de la misma para producir normas de comportamiento que conducen al compliance”,haciendo hincapié en que la sostenibilidad de ésta cultura depende de gran manera en la participación constante de los líderes de las empresas para lograr su integración, así como en el comportamiento y la actitud de las personas que trabajan para ellas.
Otra característica destacada es que puede ser aplicable a cualquier tipo de empresa sin importar su tamaño o giro, ya que al actuar como una directriz abre la posibilidad de adaptar el sistema de gestión de cumplimiento a las necesidades específicas de cada empresa, proponiendo herramientas para auxiliar a la correcta implementación de dicho sistema. Por ejemplo, se acuña el término “Función de compliance” refiriéndose a un órgano ya sea individual o colegiado que podría vigilar la correcta aplicación de la política de cumplimiento específica para cada empresa, así como los parámetros de conducta deseados, ya que el cumplimiento es un proceso continuo que debe ser supervisado y actualizado constantemente.
El no cumplir con la ley implica un riesgo para las empresas, sin embargo, es importante mencionar que esta norma hace la distinción entre obligaciones impuestas y las asumidas voluntariamente, refiriéndose las primeras a las que tienen su origen en los ordenamientos legales y a las segundas en normas internas creadas por la misma empresa, que se pueden originar de su cultura de ética organizacional. Los riesgos que esta norma ayuda a gestionar en áreas como las finanzas, la seguridad, la salud y el medio ambiente, entre otros, se refieren a evitar sanciones, multas, pérdida de buena reputación, así como el riesgo penal, mencionando que pueden traer beneficios como:
- mejorar las oportunidades de negocio y la sostenibilidad
- proteger y mejorar la reputación y la credibilidad de una organización
- tener en cuenta las expectativas de las partes interesadas
- demostrar el compromiso de la organización en la gestión de sus riesgos de compliance de forma eficaz y eficiente
- aumentar la confianza de terceras partes en la capacidad de la organización para lograr un éxito sostenido
- minimizar el riesgo de que se produzca una infracción que conlleve costos y daños a la reputación.
Esta norma hace la importante distinción entre los términos “Sistema de Gestión” y “Política” de cumplimiento, estableciendo que el sistema de gestión es el conjunto de elementos de una organización que se encuentran interrelacionados o que interactúan para establecer políticas, objetivos y los procesos para lograrlos, esto incluye la estructura de la organización, los roles y las responsabilidades, la planificación y la operación, abarcando una o varias disciplinas. Mientras que la Política se refiere a las intenciones y dirección de la organización y que es expresada formalmente por su alta dirección o por su órgano de gobierno.
Las auditorias son un medio idóneo para garantizar la correcta aplicación de los sistemas de gestión de cumplimiento, y según esta norma estas pueden ser realizadas de manera interna, externa o combinada.
Como referencia y para más información se puede consultar la norma en los siguientes links:
https://www.iso.org/standard/75080.html
https://www.iso.org/obp/ui/#iso:std:iso:37301:ed-1:v1:es